¿Cómo hicimos el cuento de este
año?
1)
Conocimos
lo que son los cuentos álbumes. Son cuentos con mucha imagen y poco texto.
2)
Fuimos
mirando las imágenes de los distintos cuentos y escribiendo lo que veíamos.
3)
Y
luego… Elegimos trabajar con el cuento “El túnel” de Anthony Browne.
4)
No
lo leímos sino que miramos algunas de sus imágenes y entre todos escribimos
nuestro cuento.
5)
Te
invitamos a leer primero “El túnel” de los alumnos de 3º A, y luego “El túnel”
de Antony Browne.
Había una vez una nena que se llamaba Matilda a quien
le gustaba leer cuentos de hadas. Matilda tenía un primo llamado Matías al que le gustaba jugar a la
pelota.
Un día llegaron a la escuela juntos, iban al mismo
grado. Sonó el timbre y no estaban en la fila… ¿Dónde estaban?
Era un lugar secreto. Detrás del patio de la escuela
había un basurero y a ellos les gustaba ir allí: era especial.
Ese día, moviendo unas cajas, encontraron un túnel.
Matilda dijo:
-¡No entremos!, puede ser un lugar peligroso.
Su primo respondió:
-¡No tengas miedo!, sólo está oscuro.
Él pasó y le gritó desde adentro:
-¡Dale, vení!
Matilda dejó su libro a un costado y entró.
Era cierto, el túnel estaba oscuro. Matilda, entonces,
se puso a llorar. Al rato se tranquilizó y decidió seguir por el túnel y buscar
a su primo.
Empezó arrastrándose porque el lugar era incómodo y
muy apretado para pasar. El túnel era húmedo, frío, zigzagueante y sus paredes
eran de tierra y ladrillo, pero mientras se arrastraba descubrió que se acababa
el piso. Había un pozo.
La niña gritó hacia abajo:
-¡Matíaaaaas…!, ¿estás ahííííí?
Y no respondió nadie, pero vio una luz en lo profundo
del pozo. Entonces bajó despacio y se encontró con un bosque.
Matilda comenzó a caminar despacio y vio que los árboles
tenían forma de animales. Primero creyó que era su imaginación hasta que escuchó
una voz que salía de uno de ellos:
-¡Ey, niña!, ¿me ayudás a salir e aquí?
Eran animales reales que estaban atrapados en los árboles.
-¡No corras, no te vayas, no te haré daño! -Dijo el
animal que tenía forma de lobo.
Pero ella salió asustada en busca de su primo.
De pronto escuchó otra voz que decía:
-¡Matilda!, ¿sos vos?
Matilda miró para ver quién le hablaba y vio a su
primo convertido en piedra. Ella corrió hacia él, lo abrazó con mucho amor y se
puso a llorar.
Así, destrozó la piedra.
Luego ella le contó a Matías que había visto a unos
animales atrapados en los árboles y que también los quería ayudar. Entonces,
juntos, fueron allí y empezaron a abrazarlos hasta que volvieron a ser reales.
Los animales les contaron que el bosque tenía un hechizo y que sólo el poder
del amor podía romperlo.
Los niños volvieron al patio de la escuela y se
dieron cuenta que el tiempo no había pasado. Quisieron contarles a sus compañeros
lo que habían vivido pero no los habrían entendido y decidieron guardarlo como
un secreto.
Ese día, en aquel lugar secreto, Matilda y Matías habían
descubierto el poder que tiene el amor.
FIN
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