EL PRÍNCIPE RANA versión de 4ºC

Hace mucho tiempo había una princesa  que tenía una pelotita de oro.

Ella siempre jugaba con ella en un pozo muy profundo. Un  día  se le cayó en el pozo y ella se puso muy triste y lloró.

 La princesa escuchó una voz que le decía:
-No llores.

Ella  miró para  todos lados pero  no vio a nadie.
-Aquí abajo -dijo la voz.
La princesa miró hacia abajo y encontró una rana que  dijo:

-¿Por qué lloras?.
-Mi pelotita  cayó en el pozo.
-Yo puedo ayudarte, pero con una condición, si somos muy amigos y me llevas a tu castillo- le dijo la rana.

Entonces saltó  al agua  y agarró la pelotita con su lengua. Salió con la pelotita en su boca y la princesa se la sacó y salió corriendo.
-¡Espera! -le dijo la rana-. ¡No puedo correr tan rápido!
La princesa entró al castillo y cerró la puerta.

Pero la rana fue hasta al castillo, golpeó la puerta y le dijo:

 -Princesa, déjame entrar.

Ella no sabía que era la rana, abrió la puerta, la vio y volvió a cerrar la puerta.

El padre le preguntó quién era y por qué estaba allí. La princesa le contó todo. El rey le dijo que si había hecho una promesa debía cumplirla.

La princesa abrió la puerta. La rana la siguió hasta la mesa y pidió que la suba.

La princesa vio la cara del padre y la subió a la mesa.

Después la rana le dijo:

-Súbeme a tu mano para poder comer. Pero a la princesa se le quitó el apetito y le dio su comida a la rana. Después que la rana comió le dijo:

-Estoy  cansado, ¿me llevas a tu habitación?

 La princesa le dijo que no. El padre la miró y dijo:

-La rana te hizo un favor, ahora te toca a vos.

La princesa la llevó y  la puso en un rincón. Ella se acostó en la cama y la rana dijo:

-Estoy cansado-  saltó a   la cama y le dijo a la princesa.

- Princesa, me parece que no querés ser mi amiga, mejor me voy.

Y ella le contestó:

-Bueno seré tu amiga- y para demostrarle le dio un beso en la mejilla.

La princesa se sorprendió cuando la rana se convirtió en un príncipe.

Fueron amigos y después se casaron