Dedicado a
todas las Seños de la escuela
Hace muchos años en un pueblito lejano había una niña muy buena llamada Caperucita Roja. Vivía con su mamá que se llamaba Carina.
Un día la mamá le preguntó si podía ir a juntar frutas al campo para llevárselas a su abuelita. Caperucita dijo que sí. La mamá le advirtió que no se vaya por el campo. Pero la niña le dijo que era el único atajo que conocía.
-¡Pero no!- dijo la mamá.
-Pero voy volando-respondió Caperucita.
-Ya sé que tenés poderes, pero se te va a caer la canasta- le contestó la mamá.
-No mamá, no se me va a caer- le afirmó.
Caperucita salió con la canasta y cuando estaba juntando frutas se encontró con un lobo feroz.
Éste le preguntó:
-¿Qué tenés en la canasta?
Ella le mostró que tenía frutas para su abuelita. El hambriento lobo la seguía mientras ella continuaba juntando peras, bananas y duraznos.
El lobo le había quitado la canasta con frutas y Caperucita no se había dado cuenta. Entonces él corrió y se escondió.
La niña, luego de un rato, se dio vuelta a ver si todavía la seguía, pero el lobo ya no estaba, la niña se asustó y salió volando rápidamente.
Al rato vio un árbol lleno de dulces manzanas rojas y ella pensó juntar algunas. Pero se dio cuenta que no tenía la canasta, entonces se preocupó y pensó: tenía razón mi mamá.
La niña tenía un amigo llamado Superman, era su mejor amigo. Entonces fue a buscarlo para pedirle ayuda. Cuando llegó a la casa de él, gritó desesperadamente:
-¡Superman!
Superman escuchó el grito, se asustó y salió rápidamente. Vio a Caperucita y le preguntó:
-¿Qué te pasó Caperucita?
-Se me perdió la canasta. ¡Y no la encuentro!!- le respondió desesperada:
-Te voy a ayudar Caperucita. Quedate tranquila. Respondió Superman
Después de muchas horas de buscar y buscar la canasta la encontraron.
¿Y saben quién la tenía? El lobo no tan feroz, que le gustaba mucho la fruta.
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