ESTA ES LA HISTORIA DE UNA FAMILIA QUE TENÍA UN
SUEÑO. LA MÍA.
EN CASA SOMOS CINCO, MI ABUELO,
MI MAMÁ, MI PAPA, MI HERMANITA Y YO. DESDE QUE SOY CHIQUITO MI ABUELO NOS
CONTABA LA HISTORIA DE JOSÉ DE SAN MARTIN, EL CRUCE DE LOS ANDES Y LAS
ENSEÑANZAS QUE LE DEJÓ A SU HIJA MERCEDITAS. POR ESE MOTIVO CADA VEZ TENÍAMOS
MÁS GANAS DE CONOCER EL LUGAR DONDE NACIÓ EL LIBERTADOR, YAPEYÚ.
UN DÍA MI ABUELO LLEGÓ A CASA
CON UNA ENORME SONRISA, TENÍA UNA SORPRESA PREPARADA PARA TODOS NOSOTROS. AL
PRINCIPIO CREÍAMOS QUE ERAN CHOCOLATES, PERO DESPUÉS DE CASI TRES HORAS DE
PREGUNTAR, NOS CONTÓ LA VERDAD. EL SÁBADO PARTÍAMOS HACIA YAPEYÚ. PERO ESO NO
ERA TODO, HABÍA MÁS. POR PRIMERA VEZ VIAJÁBAMOS EN AVIÓN.
EL DÍA DEL VIAJE HABÍA LLEGADO,
DESPUÉS DE PESAR NUESTRA VALIJAS Y PONERLES UN MONTÓN DE CINTA, SUBIMOS AL
AVIÓN, QUE ERA MUCHO MÁS GRANDE DE LO QUE HABÍAMOS IMAGINADO. ADENTRO DEL
MISMO, HABÍA DOS TELEVISORES Y LOS ASIENTOS TENÍAN UNA BANDEJITA PARA APOYAR
LOS JUGUETES Y LOS LIBROS, AUNQUE DESPUÉS NOS DIMOS CUENTA QUE TAMBIÉN SERVÍAN
PARA APOYAR LA COMIDA. CUANDO ESTÁBAMOS TODOS LOS PASAJEROS SENTADOS, UN SEÑOR
NOS SALUDO POR UN MICRÓFONO Y NOS PIDIÓ QUE NOS ABROCHÁRAMOS LOS CINTURONES Y
QUE LOS GRANDES APAGARAN EL CELULAR.
EL SUEÑO HABÍA COMENZADO. PERO
CUANDO EL AVIÓN DESPEGÓ TUVE MUCHO MIEDO, QUE SE FUE A MEDIDA QUE VEÍA EL CIELO
CELESTE CELESTE Y ABAJO TODAS LAS CASITAS CHIQUITAS.
EN EL VIAJE, EL ABUELO NOS LEYÓ
UN LIBRO Y PAPÁ NOS CANTO UNA CANCIÓN. PERO CUANDO FALTABA POQUITO PARA LLEGAR,
HABÍA MUCHA NIEBLA Y NO PODÍAMOS VER EL CIELO. EL AVIÓN SE EMPEZÓ A MOVER
FUERTE Y ESE MOVIMIENTO NOS SACUDIÓ A TODOS. EL PILOTO NOS HABLÓ Y PIDIÓ QUE
NOS PUSIÉRAMOS, POR LAS DUDAS, LOS CHALECOS SALVAVIDAS.
LOS CHICOS TENÍAMOS MIEDO, PERO
LOS GRANDES NO, PORQUE NUNCA TIENEN MIEDO. POR ESO, NOS ABRAZARON Y NOS DIERON
BESOS.
DE REPENTE, EL AVIÓN GIRÓ Y LA
NIEBLA FUE DESAPARECIENDO. CUANDO RETOMÓ EL CAMINO VIMOS UNA GRAN MONTAÑA, CON
LA QUE PODRÍAMOS HABER CHOCADO.
DESPUÉS
QUE EL SUSTO PASÓ, TODOS EN EL AVIÓN APLAUDIMOS DE ALEGRÍA, PERO YO NO ENTENDÍA
COMO NOS HABÍAMOS SALVADO .ENTONCES MIRÉ POR LA VENTANA Y AHÍ LA VI. ERA UNA
HOJA CHIQUITITA, PERO CON LETRAS GRANDES QUE TENÍA ESCRITO LO SIGUIENTE:
ESPERO
QUE ESTÉN TODOS BIEN.
LOS
QUIERO MUCHO.
FIRMA:
SU ÁNGEL GUARDIÁN
NO LO PUDIMOS VER, PORQUE LOS
ÁNGELES SON INVISIBLES, PERO SÍ LES PUEDO ASEGURAR QUE YAPEYÚ ESTÁ BUENÍSIMO.
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