TODOS
LOS DÍAS, EN CUANTO SE LEVANTABA, SE PINTABA UN LUNARCITO, SE VESTÍA CON SU
COLOR FAVORITO, LE SERVÍA LA
LECHE A TUQUITO, SU PERRO, Y SALÍA RUMBO A LA ACADEMIA EN SU SECADOR
DE PISO. ERA UNA BRUJA MUY ESTUDIOSA, COMPLETABA SUS TAREAS, ERA BUENA COMPAÑERA
Y UNA GRAN AMIGA.
UN DÍA, CUANDO LLEGÓ A LA ACADEMIA SE ENCONTRÓ
CON UNA NUEVA COMPAÑERA…
LUDMILA
MALVADA ERA MUY TRAVIESA, LE GUSTABA TIRAR HECHIZOS SIN PROBARLOS ANTES. UN DÍA
CONVIRTIÓ AL PROFESOR BRUJO EN UN RATONCITO Y NO HABÍA MANERA DE VOLVERLO A LA NORMALIDAD, LUDMILA
NUNCA SALÍA SIN SU GATO.
MOROCHO (ASÍ SE LLAMABA LA MASCOTA) SE QUERÍA COMER A
ESE PEQUEÑO RATÓN, QUE CORRÍA POR TODO EL CASTILLO, Y TERMINABA AGOTADO
ESCONDIDO EN LA CARTERA DE
YÉSICA LA ROJA.
MOROCHO OLFATEÓ,
RASGUÑÓ Y MORDIÓ LA CARTERA HASTA QUE SE
CAYÓ AL PISO, Y AHÍ MIRABA MUY ATENTO
“TUCO”, SU PERRO. CUANDO MOROCHO QUISO ABRIR LA CARTERA, TUCO LA CERRÓ CON SU PATA. EL
PROFESOR RATÓN ESTABA A SALVO.
YÉSICA ESTABA MUY PREOCUPADA, SI EL PROFESOR NO VOLVÍA A
LA NORMALIDAD NO
TENDRÍA CLASES, MIENTRAS TANTO LUDMILA SEGUÍA TIRANDO HECHIZOS POR TODOS LADOS.
CUANDO
YÉSICA LLEGÓ A SU CASA SE DIO CUENTA QUE
EL PROFESOR RATÓN ESTABA EN SU CARTERA, SALIÓ TODO DESPEINADO Y CON LOS
ANTEOJOS DADOS VUELTA. ELLA LE DIO QUESO, UN POQUITO DE AGUA Y LE PREGUNTÓ COMO
PODÍA HACER PARA AYUDARLO.
EL PROFESOR LE DIJO QUE TENDRÍAN QUE IR A LA ESCUELA A BUSCAR SU LIBRO DE HECHIZOS QUE ESTABA EN LA BIBLIOTECA. DEBÍAN
ENTRAR CUANDO ESTUVIERA LA
ESCUELA VACÍA.
SE PREPARARON PARA SALIR, IRÍAN DE
NOCHE. YÉSICA PUSO EN SU MOCHILA: QUESITO, AGUA, LINTERNA, SANDWICH DE MILANESA
Y SALIERON EN EL SECADOR A TODA VELOCIDAD.
CUANDO LLEGARON A LA
ESCUELA SE LLEVARON UNA GRAN SORPRESA, LOS ESTABA ESPERANDO
MOROCHO.
YÉSICA CORRIÓ A TODA VELOCIDAD, Y POR FIN
LLEGÓ A LA GRAN
BIBLIOTECA, SACÓ AL PROFESOR DE LA MOCHILA, TIRÓ EL SECADOR
AL PISO, Y COMENZÓ LA
BÚSQUEDA DEL GRAN LIBRO DE HECHIZOS.
BUSCARON ARRIBA, ABAJO, PERO NADA, EL
LIBRO NO APARECÍA, HASTA QUE POR FIN LO VIERON Y LO AGARRARON. EL PROFESOR
BUSCABA LA FORMULA PARA
ROMPER EL HECHIZO Y YÉSICA CUIDABA LA PUERTA.
¡YA ESTÁ! GRITO EL PROFESOR, LA TENGO. NECESITAMOS
PELOS DE GATO NEGRO, BIGOTES DE UN
PERRO, AGUA Y UN POQUITO DE PERFUME.
LOS DOS
PENSARON CÓMO SACARLE UNOS PELOS A MOROCHO, Y A TUCO LOS BIGOTITOS, YESI SACÓ
DE SU MOCHILA UN FRASQUITO DE PERFUME, PENSARON, PENSARON… Y SE LES OCURRIÓ UNA
IDEA: ATARON AL PROFESOR DESDE UN LIBRO, Y CUANDO MOROCHO LO VIO CORRIÓ PARA
COMERLO PERO ¡ZAS! TUCO LE AGARRÓ UNOS PELOS DEL FLEQUILLO…CON TUCO YA NO
HABRÍA PROBLEMAS, LA FÓRMULA
ESTABA LISTA, MEZCLARON BIEN TODO Y… EL PROFESOR TOMÓ UN
POCO, POR FIN “EL PROFESOR FUE EL PROFESOR”.
AL OTRO DÍA CUANDO EL PROFESOR LLEGÓ A
LA ESCUELA LUDMILA
LO MIRÓ ASOMBRADA, EL PROFE SACÓ DE SU BOLSO LA VARITA Y LA CONVIRTIÓ EN RATÓN.
MOROCHO SE LA QUERÍA
COMER PERO LA
SALVÓ TUCO Y EL PROFESOR LA VOLVIÓ A LA NORMALIDAD.
LUDMILA, MUERTA DE SUSTO APRENDIÓ LA LECCIÓN, NO DEBÍA USAR LA VARITA SIN
AUTORIZACIÓN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario