HABÍA UNA VEZ UNA LOBA QUE ERA BUENA, COQUETA Y MUY
SIMPÁTICA. ELLA VIVÍA EN EL BOSQUE Y NO TENÍA CASA.
UN DÍA ENCONTRÓ UNA CASA ABANDONADA Y SE QUEDÓ A VIVIR
ALLÍ. LA CASA ESTABA
SUCIA Y ENTONCES LA LIMPIÓ.
UNA NOCHE, ESCUCHÓ UN RUIDO, SE ASUSTÓ Y SE ESCONDIÓ
DEBAJO DE LA CAMA. CUANDO
DEJÓ DE ESCUCHARLO, SALIÓ ARRASTRÁNDOSE MUY DESPACIO DEL ESCONDITE, LEVANTÓ LA CABEZA Y…VIO UN VAMPIRO.
PEGÓ UN GRITO Y EL VAMPIRO SALIÓ CORRIENDO. PERO LA LOBA VIO EN EL PISO ALGO
EXTRAÑO, SE ACERCÓ LENTAMENTE, LO AGARRÓ, MIRÓ BIEN Y DIJO:
-¿QUÉ ES ESTO?-
ERAN COLMILLOS DE JUGUETE.
ENTONCES, SE DIO CUENTA DE QUE NO ERA UN VAMPIRO DE
VERDAD. YA NO LE DIO TANTO MIEDO, QUISO AVERIGUAR DE QUIÉN SE TRATABA Y SE LE
OCURRIÓ INVENTAR UN PLAN.
MIENTRAS PENSABA CAMINANDO POR SU CUARTO, ENCONTRÓ
HUELLAS DE LOBO. SALIÓ DE ALLÍ Y BAJANDO LAS ESCALERAS LO VIO. ÉL ERA ALTO,
DELGADO, JOVEN… ERA PERFECTO.
IBA A TENER QUE VIGILARLO, ¿CON CÁMARAS?,
¿ESCONDIÉNDOSE?, ¿DISFRAZÁNDOSE? ELLA
QUERÍA VERLO BIEN. DECIDIÓ ESCONDERSE DEBAJO DE LA ESCALERA HASTA QUE
ÉL APARECIERA. CUANDO LO VIO, SE HIZO LA DESMAYADA PARA QUE
SE ACERCARA… Y AL VERLA, INMEDIATAMENTE SE ENAMORÓ DE ELLA. LA LOBA LOGRÓ LO QUE
QUERÍA.
¿CÓMO TERMINÓ ESTA HISTORIA?
Y VIVIERON FELICES
PARA SIEMPRE…
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