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ABÍA
UNA VEZ UNA NENA LLAMADA RICITOS DE ORO PORQUE
TENÍA EL CABELLO MUY RUBIO Y CON MUCHÍSIMOS RULOS.
ERA
MUY LINDA, SUS OJOS ERAN DE COLOR NEGRO Y PEQUEÑOS.
A RICITOS LE GUSTABA VESTIRSE CON CALZAS DE
DIFERENTES COLORES, REMERAS MUY
COLORIDAS Y ZAPATILLAS ROJAS.
ERA UNA NIÑA MUY ALEGRE Y LE GUSTABA MUCHO PASEAR
POR EL BOSQUE.
UN DÍA, CAMINANDO ENTRE LOS ÁRBOLES, SE
ENCONTRÓ CON EL LOBO QUE VIVÍA AHÍ CERQUITA
Y MUY AMABLEMENTE LA INVITÓ A SU CASA.
AUNQUE
EL LOBO FUE AMABLE, A RICITOS LE DIO MIEDO
PORQUE TENÍA FAMA DE SER MUY MALO Y, AL VER QUE LA QUERÍA ENGAÑAR , SE
FUE CORRIENDO MUY ASUSTADA.
CUANDO
QUISO REGRESAR A SU CASA NO SUPO VOLVER
¡SE HABÍA PERDIDO!
EMPEZÓ A CAMINAR Y ENCONTRÓ UNA CASITA MUY
LINDA,
GOLPEÓ
LA PUERTA Y LUEGO
DE UN RATITO, UN OSO Y UNA OSA LA RECIBIERON.
LOS OSOS ERAN MUY BUENOS Y SIMPÁTICOS Y LA INVITARON A TOMAR EL
TÉ. RICITOS LES CONTÓ LO QUE LE HABÍA PASADO Y LE PROMETIERON QUE LA IBAN
A AYUDAR.
DE REPENTE, GOLPEARON LA PUERTA ¡ERA EL LOBO! ESTABA MUY ENOJADO PORQUE RICITOS SE HABÍA
ESCAPADO. NO LO DEJARON ENTRAR, ENTONCES QUISO ENTRAR POR LA CHIMENEA.
LOS OSOS PUSIERON UNA OLLA DE AGUA
HIRVIENDO; CUANDO EL LOBO SE CAYÓ, SE QUEMÓ LA COLA Y SALIÓ DISPARADO POR LA CHIMENEA HASTA EL
CIELO Y ASÍ DESAPARECIÓ.
LOS OSITOS HICIERON UNA TORTA DE CHOCOLATE
CON CONFITES
Y
PUSIERON MÚSICA PARA BAILAR Y CANTAR.
RICITOS VOLVIÓ A SU CASA MUY FELIZ.
DEDICADO: A LA FLIA , AMIGOS Y MAESTROS.
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