Dedicado a
padres,
hermanos,
señoritas ( Graciela, Gabriela, Delia, Romina
).
Simbad y sus
marineros llegaron a una misteriosa isla en busca de un tesoro. Tenían un mapa
con las pistas para encontrarlo.
Recorrieron la
isla y cuando se hizo de noche, ya
cansados, encendieron una fogata.
De pronto escucharon unos aullidos y vieron entre los árboles a un ser
gigantesco, parecido a un mono, pero de color verde, sus brazos eran enormes y
tenía los dientes largos y afilados. Pero el fuego lo asustó y se fue trepando
de árbol en árbol.
Al otro día
Simbad decidió seguir buscando el tesoro
cuando estaban cerca del lugar donde marcaba el mapa se dieron cuenta
que el monstruo cuidaba la cueva donde se hallaba.
Se escondieron
detrás de unas rocas y esperaron que el monstruo se durmiera mientras planearon
atraparlo. Cuando se durmió le tiraron una red. Sacaron rápidamente el cofre y
regresaron a la playa donde estaba el barco.
Cuando estaban
llegando, escucharon los aullidos cada vez más cerca, alcanzaron a subir al
barco y partieron, vieron a lo lejos al monstruo que se quedó solo en la playa.
Simbad regresó a
su tierra y repartió las riquezas del tesoro con sus marineros.
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